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Foto del escritorDiana Marcela Chala Rosado

El Dengue en tiempos de COVID-19

Actualizado: 8 feb 2021

Diana Marcela Chala Rosado


El dengue y el COVID-19 cohabitan en la Orinoquia. La presencia de uno de ellos no excluye la presencia del otro, no sólo en cuanto a la zona, sino también a las personas contagiadas. Esto significa que una persona podría desarrollar simultáneamente dengue y COVID-19.


El dengue no es una enfermedad desconocida en nuestro país, actualmente representa un serio problema de salud pública. El dengue se caracteriza por fiebres muy intensas producidas por un virus del género Flavivirus y el cual es transmitido por mosquitos Aedes. La especie más común de transmisión en Colombia es A. aegipty y A. albopictus. (Castrillón et al, 2015)


Según la OPS, en el 2019 en toda Latinoamérica, se evidenció un aumento de casos de dengue en comparación con el año inmediatamente anterior. Colombia reportó un número de casos de 127.553 para el año 2019 y el 2020 ya cuenta con 58.219 casos (hasta el mes de junio) y el año aún no ha terminado. Esto implica un aumento considerable respecto al año anterior, de los cuales han muerto ya 33 personas (INS, 2020).


En cuanto a otra infección viral que circula en nuestro país, es el COVID-19, producido por el virus (SARS-CoV-2) denominado como un síndrome respiratorio agudo severo, el cual llegó a nuestro país el pasado 6 de marzo, fecha desde la que se reportan 1.205.217 casos, de los cuales 34.223 han muerto.


La sintomatología del dengue y el COVID-19 puede ser confundida fácilmente por el paciente, lo cual dificulta reconocer cuál de estas dos infecciones virales posee. Dolor de cabeza, fiebre, agotamiento físico y dolor de cuerpo, son síntomas en común lo que hace aún más desconcertante para las personas contagiadas su verdadero diagnóstico, a menos que se realice una prueba específica.


Las medidas implementadas por el gobierno para disminuir la incidencia de COVID-19 durante los últimos 5 meses, han jugado un papel muy importante en la dinámica de dispersión de este virus: a pesar de eso el número de contagios asciende rápidamente así como el número de muertes por esta causa.


Las únicas medidas recomendadas por la OMS comprobadas como eficaces para evitar los contagios es el distanciamiento social, el lavado frecuente de manos y el uso de tapabocas. Estas medidas contrastan con las campañas de prevención que desde 1996 Colombia ha emprendido con el objetivo de disminuir la prevalencia de dengue, estrategias que incluyen: el uso de toldillos en la noche y remover los sumideros de agua que se convierten en criaderos para los mosquitos responsables de llevar el virus hasta el ser humano.


Las medidas para evitar la prevalencia de COVID-19 y dengue son muy diferentes, no se cuenta hoy con la certeza de que puedan ser acatadas por la mayor parte de los colombianos. El precario acceso a agua potable y servicios básicos hace imposible un correcto lavado de manos en muchas zonas del país. De igual manera, resulta complejo adquirir toldillos o quitar los contenedores de agua que son indispensables en muchas zonas por ausencia de sistema de alcantarillado o provisión de agua necesaria. Por esta razón, las condiciones de pobreza de diversas comunidades termina siendo un factor que las hace más vulnerables al padecimiento ya sea de COVID-19 o dengue.


La mortalidad de COVID-19 es de 3,2% en Colombia, en lo que va corrido del año; mientras que el dengue en Colombia presenta una mortalidad del 0,30% según Sivigila (INS,2020). Este porcentaje no debe ser el único necesario para realizar comparaciones válidas para evaluar el impacto sobre la población, sino que esto debe incluir el número de contagiados para cada una de estas infecciones (Simón, et al 2020). Adicionalmente se debe estimar que estos índices de mortalidad pueden verse alterados por la implementación de las medidas para su prevención y las condiciones higiénico sanitarias de Colombia.


Nuestro principal llamado debe ser el seguir las recomendaciones dadas por las entidades de salud para prevenir tanto el COVID-19 como el Dengue, y recordar que este no será el último encuentro con un virus que amenaza la supervivencia humana, pero sí pueden representar buenas experiencias para asumir mejores estrategias en próximas pandemias.


Referencias


Castrillón J, Castaño C & Urcuqui S. (2015) Dengue en Colombia: diez años de evolución. Rev. chil. infectol. vol.32 no.2 Santiago abr. 2015 http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182015000300002


Chaparro-Narváez P., León-Quevedo W & Castañeda-Orjuela C. (2016) Mortalidad por dengue en Colombia, 1985-2012. Observatorio Nacional de Salud, Instituto Nacional de Salud, Bogotá, D.C., Colombia. Biomédica ;36(Supl.2):125-34 http://dx.doi.org/10.7705/biomedica.v36i0.3009


INS. (2020) Boletín epidemiológico semanal (BES) 1 al 7 de marzo del 2020 Extraido de https://www.ins.gov.co/buscador-eventos/BoletinEpidemiologico/2020_Boletin_epidemiologico_semana_10.pdf



PAHO (2019). 2019, el año con más casos de dengue en la historia regional Los casos de dengue en las Américas superaron los 3 millones en 2019. Extraído de


Simón Domínguez J, Simón Domínguez N & Reyes Núñez M. (2020) Cómo estimar la letalidad del COVID-19. Rev Mex Patol Clin Med Lab 2020; 67 (1): 4-8. doi: 10.35366/93845


Rothan HA, Byrareddy SN. (2020)The epidemiology and pathogenesis of coronavirus disease (COVID-19) outbreak. J Autoimmun. Rev Mex Patol Clin Med Lab; 67 (1): 4-8 www.medigraphic.com/patologiaclinica www.medigraphic.org.mx 2020; 109: 102433. Available in: https://doi.org/10.1016/j. jaut.2020.102433


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