Una galería de arte en medio de la selva
Diego Alejandro Medrano Acosta 1
La Orinoquia: región de vastas sabanas donde reina el vaquero, su caballo y su ganado.
Este suele ser el imaginario que impera en la mente de muchos colombianos al pensar en
nuestra región. Sin embargo, pocos la imaginan como un lugar lleno de paisajes que va más
allá de las extensas llanuras. Especialmente, dejan de lado aquella pequeña porción (no tan
pequeña) de la Orinoquia: la Amazonia. Y es que allí, llano adentro, también existen los
llaneros en la selva. Personas que habitan el espacio en una suerte de mezcla entre
tradiciones orinoquenses y amazónicas.
En el Guaviare, Guainía y Vaupés existen majestuosas y densas selvas tropicales. En estos
departamentos, las poblaciones han habitado el espacio de formas diversas a lo largo del
tiempo. Por ejemplo, una de estas formas de habitar que resaltan en el panorama regional,
es la producción artística que sociedades en el pasado dejaron a su paso, como lo es una de
las mayores representaciones artísticas del pasado prehispánico colombiano: las pinturas
rupestres de la Serranía de Chiribiquete.
“Casa Grande”, como es conocido por las comunidades indígenas de la región, se ubica
entre los departamentos de Caquetá y Guaviare. Sorprendentemente, allí han sido
registrados por lo menos 200.000 caracteres y pinturas que conforman una inmensa galería
de arte en la mitad de la selva (Castaño-Uribe & Van der Hammen, 2005). Entre sus
figuras, resaltan jaguares y otros animales que superan los 3 metros de largo y alto.
Asimismo, algunas de estas pinturas están a más de 6 metros de altura, en zonas donde las
personas en el pasado se ingeniaron para llegar y dejar su huella.
Las representaciones allí presentes van más allá de la caza y la guerra. Realmente, no se ha
registrado ninguna figura que aluda al acto mismo de cazar los animales, ni de actos de
guerra entre personas. Este lugar, que ha sido habitado desde hace aproximadamente
19.000 años, ha sido un espacio sagrado para los grupos humanos que lo habitaron. Allí se
ven representadas diferentes figuras rituales como animales y chamanes que nos dicen
1 Estudiante de Maestría en Antropología, con énfasis en arqueología, de la Universidad de los Andes.
Antropólogo con estudios complementarios en biología, fotografía e italiano de la misma universidad.
mucho sobre el uso ritual de la Serranía. De hecho, hoy en día las poblaciones que habitan
estos lugares, como los karijonas, otorgan una gran importancia espiritual a estos lugares.
Algunos autores han llamado a este conjunto de manifestaciones de arte pictórico como la
Tradición Cultural Chiribiquete (Castaño-Uribe & Van der Hammen, 2005). Pues, en ella es evidente un patrón de representación; sobre todo, en las fauces y bocas de los animales y personas.
Todos estos presentan una forma de “c” en su hocico que permite caracterizar
esta tradición artística (Anexo). Lo interesante de ella es que ha sido asociada con otros
registros rupestres similares en países como Brasil, Perú y Bolivia. Lugares muy lejanos
entre sí que nos indican que en un pasado la migración de ideas entre grupos humanos
amazónicos era de gran alcance. Tanto así que llegó a los límites de la región Orinoquia en
Colombia.
Sin duda, este tipo de expresiones artísticas de la Serranía de Chiribiquete forman parte de
la diversidad cultural que existe en la Orinoquia. Diversidad que a veces no se piensa y
evidencia en nuestra región. Pero que sin duda ayuda a entender que allí, llano adentro,
existen un sinfín de formas de ser y estar en el mundo que, tanto en el pasado como en el
presente, van más allá del vaquero, su caballo y su ganado.
Referencias
Castaño-Uribe, C., & Van der Hammen, T. (2005). Arqueología de Visiones y
Alucinaciones del Cosmos Felino y Chamanístico de Chiribiquete. Unidad
Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales de Colombia.
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